“… la matriz energética brasileña es una de las más renovables del mundo.”

Aproximadamente el 73% de la energía global es generada por la quema de combustibles fósiles, insumos no renovables que emiten gases de efecto invernadero, generando contaminación y muchos problemas de salud pública.

Este número, afortunadamente, no expresa la realidad brasileña. Por aquí, más del 73% de la potencia instalada en los emprendimientos en operación genera energía a partir de fuentes renovables, entre ellas la hídrica, la eólica y la solar. (ANEEL. BIG – Banco de Informações de Geração: Capacidade de Geração do Brasil). Sólo la fuente hídrica contribuye con más del 60% de nuestra generación. Aunque existen polémicas sobre la sostenibilidad ambiental y social de las hidroeléctricas, la matriz energética brasileña es una de las más renovables del mundo.

“En el caso de Brasil, se destacan en la implantación de energías renovables y limpias, …”

Se destacan la energía eólica y solar como fuentes renovables, limpias y de bajo impacto ambiental con 13,4 GW y 1,7 GW de potencia instalada, respectivamente. En el caso de Brasil, se destacan en la implantación de energías renovables y limpias, situándose entre los diez primeros del mundo en generación eólica y con enorme potencial para estar entre los diez primeros con la energía solar en pocos años, sobrepasando a países europeos que ya estuvieron a la vanguardia de las energías renovables.

La energía eólica viene siendo introducida en Brasil desde hace más tiempo que la solar y en los últimos diez años, esencialmente a través de la generación centralizada, diversos parques eólicos entraron en operación. Hoy, más de seis mil aerogeneradores proveen energía para muchos consumidores, sobre todo en el nordeste brasileño.

La energía solar, más reciente en el mix de energía del país, crece a través de la generación centralizada, con la implantación de plantas solares a gran escala, pero también a través de la llamada generación distribuida, cuando un consumidor de energía puede generar electricidad para autoconsumo con un micro- o mini generador, dependiendo de la cantidad de energía que desea generar.

“… el mercado de energía solar en Brasil se modificó y la generación distribuida ganó fuerza.”

Cuando la Agência Nacional de Energia Elétrica (Agencia Nacional de Energía Eléctrica – ANEEL) publicó la Resolución Normativa Nº 482 en abril de 2012 (REN 482/2012), el mercado de energía solar en Brasil se modificó y la generación distribuida ganó fuerza. A partir de 2013, los consumidores residenciales, comerciales, industriales y rurales comenzaron a instalar generadores fotovoltaicos que producen electricidad a partir de la luz solar. Los consumidores que optaron por este tipo de generación son en su mayoría residencias (78% del número total de unidades consumidoras con generación distribuida). Sin embargo, la generación distribuida fotovoltaica concentra el 45% del total de potencia instalada en los comercios. Uno de los principales temas de REN 482/2012 es la institución del sistema de compensación, conocido también como net-metering, en el cual créditos de energía se contabilizan para autoconsumo en caso de exceso de generación, además de ventajas en la tributación de la energía adherida por la mayoría de los Estados brasileños.

A pesar de que los actuales 39 mil generadores fotovoltaicos indican un crecimiento exponencial de la generación distribuida, el potencial de crecimiento es enorme. Se estima que la generación distribuida de la energía solar fotovoltaica movió R $ 1,4 mil millones solamente en 2017, acumulando poco más de 380 MW de potencia. Brasil tiene más de 80 millones de consumidores (datos consolidados de 2016) y la EPE – Empresa de Pesquisa Energética (Empresa de Investigación Energética) – prevé que, en 2026, 770 mil consumidores producirán su propia electricidad como generadores fotovoltaicos bajo el régimen de la REN 482/2012.

“… generar su propia energía será tan común como cualquier otra actividad cotidiana.”

Con el declive abrupto del precio de los equipos que componen un sistema fotovoltaico, la energía solar resultó más accesible y el retorno de la inversión más atractivo. Después del período de retorno, el beneficio es enorme porque la energía se genera a un costo bajísimo y prácticamente sin gastos de mantenimiento. Los módulos solares, según la mayoría de los fabricantes, tienen vida útil de veinticinco años, aunque existen testimonios de sistemas en operación a casi treinta. En breve, generar la propia energía será tan común como cualquier otra actividad cotidiana.

Con los precios más bajos y el tiempo de retorno más atractivo, varios consumidores vislumbran la posibilidad de generar la propia energía eléctrica con los beneficios de utilizar una fuente limpia y sostenible, además de ser menos sensible al aumento desproporcionado de la tarifa de energía.

Referencias:

[1] REN21 | Renewables 2018 Global Status Report

[2] ANEEL. BIG – Banco de Informações de Geração: Capacidade de Geração do Brasil. Acceso al 30 de septiembre de 2018. Disponible en http://www2.aneel.gov.br/aplicacoes/capacidadebrasil/capacidadebrasil.cfm

[3] Datos de generación distribuida. Acceso el 30 de septiembre de 2018. Disponible en http://www2.aneel.gov.br/scg/gd/GD_Fonte.asp

[4] Plano de Expansão de Energia 2026 (Capítulo 9, página 221). Acceso el 30 de septiembre de 2018. Disponible en http://www.epe.gov.br/sites-pt/publicacoes-dados-abertos/publicacoes/PublicacoesArquivos/publicacao-40/topico-75/Cap9_Texto.pdf

[5] ANEEL. Resolução Normativa Nº 482/2012. Disponible en http://www2.aneel.gov.br/cedoc/ren2012482.pdf

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Sobre el autor | Igor Cordeiro es instructor de energías renovables en Inergial Energia Ltda.